Cobre

El cobre reciclable procede de desechos de construcción, cables eléctricos, tuberías, elementos electrónicos y monedas. Este metal es completamente reciclable y mantiene su utilidad y propiedades a través de múltiples ciclos de reciclaje.

El reciclaje del cobre es clave para conservar los recursos naturales y reducir el impacto ambiental. 

El procesamiento de cobre reciclado consume hasta un 85-90% menos de energía que la extracción y refinación de cobre nuevo, reduciendo la emisión de gases de efecto invernadero.

El cobre se recicla mediante la recolección de residuos de cobre, su clasificación y una serie de procesos que incluyen la fundición y la refinación para eliminar impurezas. El cobre reciclado se funde y se purifica para luego ser moldeado en nuevas formas para su uso industrial.

Los productos resultantes del reciclaje del cobre son diversos e incluyen cables y alambres eléctricos, tuberías, accesorios de plomería, componentes de automóviles y aleaciones como el latón y el bronce. Además, su uso es común en la fabricación de nuevos productos electrónicos y en la arquitectura.