El primer paso que realizamos  es recolectar los RAEEs de manera adecuada. La recolección selectiva es importante para evitar la mezcla de RAEEs con otros tipos de residuos y facilitar su posterior procesamiento.

Nos ocupamos de todos los procedimientos y documentos necesarios para garantizar una adecuada trazabilidad y cumplimiento normativo en el manejo de estos residuos. Esta gestión documental es esencial para asegurar la correcta disposición final de los RAEEs y para demostrar el cumplimiento de las regulaciones ambientales

Una vez recolectados, los RAEEs se clasifican y se separan según su tipo y características. Esto puede incluir dispositivos como computadoras, teléfonos móviles, electrodomésticos, equipos de audio, entre otros. 

Los RAEEs pueden contener sustancias peligrosas, como mercurio, plomo, cadmio y otros componentes tóxicos. Estas sustancias deben ser tratadas de manera adecuada para evitar su liberación al medio ambiente.

Los dispositivos electrónicos son tratados manualmente o de forma mecánica cuidadosamente para separar los componentes reciclables y materiales no peligrosos de aquellos que son peligrosos o no reciclables. Esto puede incluir la extracción de baterías, cables, placas de circuito impreso y otros componentes.

Durante el tratamiento, se identifican y eliminan de manera segura los componentes que contienen sustancias peligrosas, como mercurio, plomo, cadmio y retardantes de llama. Estos materiales se almacenan y se envían a plantas de tratamiento especializadas para su gestión adecuada.

Después del tratamiento, los materiales recuperados, como metales, plásticos y vidrios, se envían a instalaciones de reciclaje para su procesamiento y posterior reutilización en la fabricación de nuevos productos.